Se que es una metáfora bastante gastada. Pero es inevitable y no consigo expresar de otra manera mi opinión sobre Michael Parkes: es un mago que usa un pincel como varita.
Su obra es mágica. Es surreal. Absurda.
Lo que más me llama la atención es la tranquilidad de cada personaje y de los escenarios que pinta. Para nosotros es irreal pero para los que están adentro del cuadro, es como la cosa más normal del mundo. Tan serenos que dan envidia.
La perfecta definición de realismo fantástico.
Respectivamente Gargoyles, Tuesdays Child y The Juggler:
